viernes, 7 de diciembre de 2007

Aurelio Fernandez Concha

La gente que me conoce sabe donde vivo. Quiza muchos conozcan mi casa, que color es, cuantos pisos tiene, como llegar a ella o que locales se encuentran cerca. Pero no todos saben el nombre de la calle donde vivo... Aurelio Fernandez Concha.
Hace 7 u 8 años atras yo trabajaba para el Banco de Lima en una agencia ubicada en San Borja, como tambien los que me conocen saben que soy algo lento para levantarme por las mañanas (y en ocasiones no solo en las mañanas) siempre tomaba taxi para llegar al trabajo.
Yo tenia 20 años, usaba mi fiel terno azul marino que me entregaron como uniforme (que de seguro hoy despreciaria por considerarlo ordinario) y caminaba apurado todas las mañanas hacia la esquina de mi casa que esta frente a la parroquia.
No recuerdo desde cuando pero no hacia mucho tiempo se habia mudado una pareja mayor a dos casas de la mia, el señor era de edad bastante avanzada. Todas las mañanas casi sin falta me lo cruzaba camino a la esquina, el siempre en su buzo azul y yo en mi terno. Caminaba el ya con dificultad, con pasos bastante cortos y con su enfermera directamente a su lado pendiente de cualquier paso en falso que el señor pudiera dar. Siempre por azar del destino era igual, yo camiba hacia la esquina y el ya retornaba de ella. Yo solia mirarlo cuando lo pasaba pero no recuerdo haberlo saludado, con su andar tan pausado parecia incluso que le costaria hablar. Tal vez al cruzarlo yo asentia con la cabeza como manera de saludo, no lo se. Un dia de tantos estando yo apurado por llegar al paradero su enfermera se dirigio a mi y me indico que el señor deseaba decirme algo. No recuerdo exactemente sus palabras pero me saludo y me felicito por mi correcta forma de vestir...
Algunos meses despues deje de trabajar y por ende tambien de levantarme temprano y ya no volvi a cruzarmelo. Se que ya fallecio y la ultima vez que lo vi fue hace unos años, estaba el de copiloto en su carro y levanto la mano en señal de saludo cuando paso frente a mi. A pesar del tiempo aun hoy sigo recordando esa sensacion tan extraña y tan grata, de que alguien, un casi desconocido te salude y tenga palabras de alago para ti...
Nunca supe mucho de la vida de aquel señor, admiraba su voluntad por salir hacer ejercicio y tomar aire en las mañanas por mas minimo que fuera y por su forma de dirigirse a mi imagino debio ser un caballero en sus años mas mozos. Solo se que fue un hacendado y fue dueño de toda la urbanizacion donde hoy vivo y que mi calle lleva su nombre... Don Aurelio Fernandez Concha.